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sábado, 18 de abril de 2009

Tiene la noche una raíz


TIENE LA NOCHE UNA RAIZ

A Mariano Feliciano

A las siete el dindón. Las tres beatísimas, con unos cuantos pecados a cuestas, marcharon a la iglesia a rezongar el ave nocturnal. Iban de prisita, todavía el séptimo dindón agobiando, con la sana esperanza de acabar de prisita el rosario para regresar al beaterío y echar, ¡ya libres depecados! el ojo por las rendijas y saber quién alquilaba esa noche el colchón de la Gurdelia. ¡La Gurdelia Grifitos nombrada! ¡La vergüenza de los vergonzosos, el pecado del pueblo todo! Gurdelia Grifitos, el escote y el ombligo de manos, al oír el séptimo dindón, se paródetrás del antepecho con su lindo abanico de nácar, tris-tras-tris-tras, y empezó a anunciar la mercancía. En el pueblo el negocio era breve. Uno que otro majadero cosechando los treinta, algún viejo verdérrimo o un tipitejo quinceañero debutante. Total, ocho o diez pesos por semanaque, sacando los tres del cuarto, los dos de la fiambrera y los dos para polvos, meivelines ylipstis, se venían a quedar en la dichosa porquería que sepultaba en una alcancía hambrienta.Gurdelia no era hermosa. Un murallita de dientes le combinaba con los ojos saltones yasustados que tenía, ¡menos mal! en el sitio en que todos tenemos los ojos. Su nariguda nariz erasuma de muchas narices que podían ser suyas o prestadas. Pero lo que redondeaba su encanto denegrita bullanguera era el buen par de metáforas —princesas cautivas de un sosténcuarenticinco— que encaramaba en el antepecho y que le hacían un suculento antecedente. Poreso, a las siete, las mujeres decentes y cotidianas, oscurecían sus balcones y solo quedaba, comoanuncio luminoso, el foco de la Gurdelia.
Gurdelia se recostaba del antepecho y esperaba. No era a las siete ni a las ocho quevenían sino más tarde. Por eso aquel toc único en su persiana la asombró. El gato de la vecina,pensó. El gato maullero encargado de asustarla. Desde su llegada había empezado la cuestión.Mariposas negras prendidas con un alfiler, cruces de fósforos sobre el antepecho, el miau enstaccato, hechizos, maldiciones y fufús, desde la noche de tormenta en que llegó al pueblo. Peroella era valiente. Ni la asustaba eso, ni las sartas de insultos en la madrugada, ni las piedras en eltecho. Así que cuando el toc se hizo de nuevo agarró la escoba, se echó un coño a la boca y abrióla puerta de sopetón. Y al abrir:
— Soy yo, doñita, soy yo que vengo a entrar. Míreme la mano apretá. Es un medio pesoafisiao. Míreme el puño, doñita. Le pago éste ahora y después cada sábado le lavo el atrio alcura y medio y medio y medio hasta pagar los dos que dicen que vale.La jeringonza terminó en la sala ante el asombro de la Grifitos, que no vela con buenosojos que un muchachito se le metiera en la casa. No por ella, que no comía niños, sino por losvecinos. Un muchachito allí afilaba las piedras y alimentaba las lenguas. Luego, un muchachitobien chito, ni siquiera tirando a mocetón, un muchachito con gorra azul llamado...
— ¿Cómo te llamas?
— Cuco.
Un muchachito llamado Cuco, que se quitó la gorra azul y se dejó al aire el cholo pelón.— ¿Qué hace aquí?
— Vine con este medio peso, doñita.
— Yo no vendo dulce.
— Yo no quiero dulce, doñita.
— Pues yo no tengo ná.
— Ay si, doñita. Dicen los que han venío que... Cosa que yo no voy a decir pero dicencosas tan devinas que yo he mancao este medio peso porque tengo gana del amor que dicen queusté vende.
— ¿Quién dice?
Gurdelia puso cara de vecina y se llevó las manos a la cintura como cualquier señorahonrada que pregunta lo que le gusta a su capricho.
— Yo oí que mi pai se lo decía a un compai, doñita. Que era devino. Que él venía decuando en ves porque era devino, bien devino, tan devino que él pensaba golver.
— ¿Y qué era lo devino?
— Yo no sé pero devino, doñita.
Gurdelia Grifitos, lengϋetera, bembetera, solariega, gϋíchara registrada, lavá y tendía entó el pueblo, bocona y puntiliosa, como que no encontraba por dónde agarrar el muerto, Abría losojos, los cerraba, se daba tristras en las metáforas pero solo lograba decir: ay Virgen, ay Virgen.Gurdelia Grifitos, loba vieja en los menesteres de vender amor, como que no encontraba pordónde desenredar el enredo, porque era la primera vez en su perra vida que se vela requerida porun… por un... ¡Dios Santo! Era desenvuelta, cosa que en su caso venía como anillo,argumentosa, pico de oro, en fin, ¡águila! Pero de pronto el muchachito Cuco la había callado.Precisamente por ser el muchachito Cuco. Precisamente por ser el muchachito. En todos susafanados años se había enredado con viejos solteros, viejos casados, viejos viudos, solteros sinobligación o maridos cornudos o maridos corneando. Pero, un mocosillo, Santa Cachucha, queolía a trompo y chiringa. Un mocosillo que podía ser, claro que sí, su hijo. Esto último la mareóun poco. El vientre le dio un sacudón y las palabras le salieron.
— Usté e un niño. Eso son mala costumbre.
—Aquí viene tó el mundo. Mi pai dijo...
Ahora no le quedaban razones. Los dientes, a Gurdelia, se le sallan en fila, luego, en undesplazarniento de retaguardia volvian a acomodarse, tal la rabia que tenía.— Usté e un niño.
— Yo soy un hombre.
— ¿Cuánto año tiene?
— Dié pa once.
— Mire nenine. Voy a llamar a su pai.
Pero Cuco puso la boca apucherada, como para liorar hasta mañana y entre puchero ygemido decía —que soy un hombre—. Gurdelia, el tris-tras por las metáforas, harta ya de lahisteria y la historia le dijo que estaba bien, que le daría del amor. Bien por dentro empezó adibujar una idea.
— Venga acá... a mi falda.
Cuco estrenó una sonrisa de demonio junior.
— Cierre lo ojito.
— Pai decía que en la cama, doñita.
— La cama viene despué.
Cuco, tembloroso, fue a acurrucarse por la cama de la Gurdelia. Esta se estaba quietapero el vientre volvió a darle otro salto magnífico. Cuando Gurdelia sintió la canciónreventándole por la garganta, Cuco dijo —oiga, oiga—. Pero el sillón que se mecía y la luz queera mediana y el vaivén del que no tiene vaca no bebe leche empezaron a remolcarlo hasta lazona rotunda del sueño. Gurdelia lo cambió a la cama y allí lo dejó un buen rato. Al despertar,como sin creerlo, como si se hubiese vuelto loco, Cuco preguntó, bajito:— ¿Ya, doñita?
Ella, como sin creerlo, como si se hubiese vuelto loca, le contestó, más bajito aún.— Ya, Cuco.
Cuco salió corriendo diciendo —devino, devino—. Gurdelia, al verlo ir, sintió el vaivéndel que no tiene vaca no bebe leche levantándole una parcela de la barriga. Esa noche apagótemprano. Y un viejo borracho se cansó de tocar.
Sánchez, L. R. (1990). En cuerpo de camisa (5ª ed.) [páginas 19-23]. [Puerto Rico] : Editorial Cultural.

9 comentarios:

  1. De verdad que si, me gusta mucho. La primera vez que escuche de el due en la clase de gramatica. Ademas vimos la pelicula la guagua aerea y hay una escena relacionada a este cuento. Es un cuanto que te deja pensando y que tiene a mi entender mucho sentimentalismo.

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  2. Habia escuchado de este cuento y ahora se me dio la oportunidad de leerlo y analizarlo. Es un cuento original, me encantó y espero que mis companeros y yo usemos este cuento para nuestras clases

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  3. De verdad que es un cuento buenísimo, nunca había escuchado de él, pero ahora al tener la oportunidad de leerlo me gustó. Si habia vista la parte de la película La Guagua Aérea, pero no sabía que provenía de un cuento. Esto cuento nos muestra la inocencia de un niño que buscaba amor, pero a la forma de una madre. Y también nos muestra el sentimiento de esa mujer que es una prostituta, podemos ver en ella el lado materno.

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  4. Tremendo cuento. No soy alguien que lee mucho, pero es un cuento muy interesante, ya que se destaca el léxico y el hablar coloquial del momento en Puerto Rico.

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  5. Definitivamente el cuento es fabuloso y tiene muchos usos, enfoques y aplicaciones en la clase de español

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  6. Se puede diseñar una clase con este cuento aplicando el uso de los sustantivo.

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  7. Una noticia interesante sobre el idioma espanol y que puede utilizarse como recurso en la clase el titulo es La Academia Brasilera de Letras se rinde al Twitte y se encuentra en: http://www.elcastellano.org/noticia.php?id=1304

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  8. A todos mis visitantes les exhorto a visitar la página http://www.cvc.cervantes.es/

    Es una página muy buena para los maestros de español.

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